La protagonista de la primera novela de Milena Busquets se llama Blanca. Cuando falleció su padre y ella apenas tenía unos pocos años, su madre le contó una historia con el objetivo de intentar consolarla: “Érase una vez que en un lugar muy lejano, tal vez en China, había un emperador poderosísimo y listo y compasivo, que un día reunió a todos los sabios del reino, a los filósofos, a los matemáticos, a los científicos, a los poetas, y les dijo: ‘Quiero una frase corta, que sirva en todas las circunstancias posibles, siempre’. Los sabios se retiraron y pasaron meses y meses pensando. Finalmente, regresaron y le dijeron al emperador: ‘Ya tenemos la frase, es la siguiente: «También esto pasará»’ ”.
El día que nuestro mundo cambió para siempre me di cuenta de que no estábamos preparados. No nos habían contado esta historia. «¿También esto pasará?», me pregunté. No sabíamos que esto podía ocurrir. Nosotros, tus amigos, volcados que estábamos en el día a día en nuestros desafíos profesionales. Nosotros, que llenábamos la vida de planes y próximos pasos, como si la vida fuera eterna y existiera algo más que el presente. Nosotros, que acabábamos de iniciar la treintena y apenas empezábamos a asumir responsabilidades familiares.
Aquel 25 de julio de 2022 que nuestro mundo dejó de tener el sentido que tenía entramos en la vida adulta, con el hándicap de que siempre pensé que lo haríamos juntos. Como a lo largo de los últimos 30 años de amistad compartida desde nuestra infancia en el colegio de Nuestra Señora del Pilar, en Soria; hasta entonces, ya viviendo en Madrid.
Ese día no tuve la entereza suficiente de asomarme a las páginas del periódico para recordar tu figura, pero creo que es justo hacerlo —aunque sea doce meses más tarde— si tenemos en cuenta que, aunque nadie es profeta en su tierra, tú ya venías despertando interés en los medios de comunicación sorianos —pese a tu juventud—, gracias a tu brillante trayectoria profesional.
Natural de Soria, donde viviste hasta los 18 años, toda tu infancia y juventud giró en torno al colegio de los Padres Escolapios, donde fuiste un alumno brillante y participaste de forma activa en el crecimiento de la A.D. Calasanz, donde además de jugador de fútbol en todas las categorías inferiores —de benjamín a juvenil— también fuiste un gran entrenador.
Licenciado en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid (2007-2013) y Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid (2019-2020), con calificación Sobresaliente Cum Laude —la tesis fue premiada como la mejor de 2020 por el Instituto de Investigación Sanitaria Jiménez Díaz—; completaste tu formación con estancias universitarias en diferentes hospitales de Londres, Chicago y Nueva York.
Médico Adjunto en el servicio de Unidad de Cuidados Agudos Cardiovasculares del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz —considerado uno de los mejores hospitales de España, sino el mejor—, compatibilizabas tu trabajo con el de Científico Visitante en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), siendo autor de más de 20 artículos científicos originales en revistas internacionales indexadas y más de 80 comunicaciones en congresos nacionales e internacionales.
A los meses de iniciarse la pandemia, que combatiste en primera línea de batalla en tu hospital, iniciaste junto a un grupo de expertos de ambos centros hospitalarios y científicos —liderado por los prestigiosos doctores Valentín Fuster y Borja Ibáñez— un rompedor estudio sobre la eficacia del fármaco Metoprolol en pacientes críticos de Covid-19, arrojando grandes esperanzas.
Este hito científico despertó un gran interés mediático. Este periódico, entre otros medios locales y nacionales, publicó un reportaje sobre ello en diciembre de 2021 en el suplemento Innovadores de EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN que se titulaba Fármaco contra el Covid desde el corazón. Y la propia Fundación Científica Caja Rural de Soria te invitó a participar en sus jornadas Soria Saludable 2021/2022, impartiendo así la conferencia Un fármaco de menos de dos euros de coste podría resultar beneficioso en enfermos críticos con Covid-19 en el Campus Duques de Soria, de la Universidad de Valladolid.
Casado, y con un entorno familiar y de amigos que te admiraba, eras pura pasión por la medicina. El sueño de una vida. Siempre estudiando y trabajando. No tenías techo y estabas llamado a ser uno de los mejores cardiólogos del país. Ahí está tu trayectoria con apenas 33 años. Y si te caías eras el primero en levantarte. El primero en elevar la cabeza y remar. Tu amistad, la cuadrilla. Éramos familia tras una vida en común. Algún día se lo contaré a Gabriela, cuando sea un poco más mayor. El tiempo compartido, tanto en España como alrededor del mundo. El Real Madrid. Y nuestro querido Numancia. Y, sobre todo, las ganas que tenías de vivir. Pura energía. Siempre pensando en cómo mejorar a nivel profesional, el próximo viaje, la siguiente cena de amigos, el restaurante de moda, la película que estrenaban en el cine, el libro pendiente de leer.
Excelencia profesional, gran compañero de viaje y ejemplo de vitalidad. Es el legado que dejas.
En memoria de Juan Martínez Milla, fallecido el 25 de julio de 2022