La protagonista de la primera novela de Milena Busquets se llama Blanca. Cuando falleció su padre y ella apenas tenía…
Si echo la vista atrás y pienso en el camino recorrido desde octubre de 2019 hasta ahora se me ocurren tres palabras: agradecimiento, aprendizaje y optimismo. Tal vez no sean los términos más acertados —cada compañero de la promoción tendrá una visión particular de la experiencia vivida—, pero ya habrá tiempo de hacer un balance más pausado de qué aprendizajes he extraído del máster.
Anoche, horas después del naufragio en el estadio de La Romareda —ya van cinco años consecutivos en Segunda División—, encontré…
Una de las primeras decisiones que tomé nada más mudarme a mi nuevo hogar, en Madrid, fue decidir dónde te…
Hace unos años, revisando un viejo álbum familiar, me topé con esta fotografía. Ahí estás, con tu uniforme, observando el…
Una de mis pasiones cuando era pequeño era el fútbol. Mi vida entonces giraba en torno a una pelota. Tenía…
La primera novela de Laura Ferrero tiene un título sugerente: Qué vas a hacer con el resto de tu vida.…
Twitter me golpeó hace unos días con una noticia que no me esperaba: la pérdida de Juan Francisco Corcuera, Corcu…
Unas semanas antes de viajar a Gambia y Senegal, me sumergí de nuevo en Océano África. El libro de Xavier Aldekoa sacude conciencias. Hay que leerlo. Para comprender. Uno de los pasajes que más me gusta narra los motivos por los cuales el autor viaja por este continente. A priori, desde fuera, cualquiera podría pensar que lo hace para vivir presuntas aventuras y peligros. No. Él lo hace para contar las historias humanas que hay detrás de las guerras. Para hablar de las desigualdades que lastran el desarrollo de muchos países del continente. Para mostrar, entre otras cuestiones, qué hay detrás de los tópicos.
Las únicas cartas de verdad que recibo a lo largo del año proceden de una aldea remota del distrito de…